Resumen
Adela Cortina nos dice que la ética mínima indica a los hombres lo que deben hacer y lo que una sociedad democrática debe trasmitir, la diferencia entre moral y ética seria la de considerar que la moral democrática es una moral de mínimos y la ética filosofía, moral.
Ética como filosofía moral:
Esta parte del artículo nos explica que la ética se diferencia de la moral por no ajustarse a una imagen de hombre ideal, considerando que la humanidad resulta incomprensible si se elimina la moral, pues la ética a diferencia de la moral tiene que meterse de la moral en su especificidad ya que se ve obligada a justificar teóricamente de por que hay moral.
Ética como vocación:
La ética vacacionada se refiere al hombre que le interesa el bien de los hombres y que cree que la reflexión filosófica puede contribuir esencialmente a conseguirlo.
También nos habla del escepticismo o relativismo que son las posiciones edificada de espaldas a la acción real ose que no reconoce los derechos humanos.
Por su parte, el emotivísimo destaca el papel de la sensibilidad en el mundo moral frente al intelectualismo y excesivo racionalismo que han dominado en algunas corrientes éticas.
Los reduccionismos, son sentimiento de superioridad frente a los ignorantes que creen en la misión especifica de la filosofía y en el derecho de los hombres al bien, se empeñan en explicar el debe moral en función de lo que hay.
El tema de nuestro tiempo:
El interés por el bien de los hombres concretos, el objetivo de la ética, ha ido expresándose de modos diversos en el curso de la historia, pero son dos dice cortina, las grandes preguntas que preocupan a la ética.
• ¿Que se puede hacer para ser felices? Pregunta por el bien positivo
• ¿Qué se debe hacer para que cada hombre se encuentre en situación de lograr su felicidad? Pregunta por el sustento indispensable del bien positivo.
La primera pregunta, surgió en el mundo oriental, recorre la ética griega y sigue dando sentido a la reflexión medieval y al utilitarismo de todos los tiempos. Lo que en definitiva, importa a la ética es la vida feliz, considerando que la idea de la vida feliz puede no ser idéntica para todos los hombres desplaza el centro de la filosofía moral hacia el ámbito del deber ser.
Los hombres son un dialogo y solo por su mediación se puede desentrañar la felicidad. Para expresar la autonomía humana, el dialogo permite a la ética situarse a medio camino entre el absolutismo, que defiende unilateralmente una moral determinada y el relativismo que disuelve la moralidad, entre el utopismo, que asegura la llegada inminente de un mundo perfecto y el pragmatismo, que elimina toda utopía perdiéndose en la inmoralidad.
Entre absolutismo y el relativismo, entre emotivísimo y el intelectualismo, entre el utopismo y pragmatismo, el tema ética de este tiempo consiste en conocer si el hombre es capas de comunicarse, si es capaz de com-padecer.
Panorama ético contemporáneo
¿Tiempos de ética domesticada?
Los éticos también llamados filósofos morales, ya no se empeñan en reducir su tarea a conocer como la gente emplea el término moral. La ética analítica del lenguaje, por una parte intenta esclarecer el significado de los términos morales (bueno, recto, justo, etc.) Y por otra parte impide que los filósofos morales confundan su tarea con la de los moralistas y se dediquen a indicar al total de los mortales lo que deben hacer, ya que esta tarea compete a la moral y a la religión.
Aceptando estos dos aportes del análisis lingüístico, un gran número de filósofos morales han renunciado a considerar el análisis del lenguaje como le objeto de la ética y lo utiliza solo como instrumento, como elemento para saber de que se va a hablar, pero si se introducen en el terreno de la ética normativa, aunque no prescribe directamente lo que debe hacerse, lo hace indirectamente. Esta es una época de éticas normativas frente a la ética descriptiva del momento anterior..
La ética de liberación exige para los países latinoamericanos, un cambio personal y sociopolítico radical, un cambio en toda situación de opresión.
El utilitarismo perdura en los países de democracia liberal, la ética dialógica en países tendientes a la social democracia e incluso a la democracia radical, el marxismo-leninismo como ética el oriente europeo no precisa comentario.
Esta coincidencia ética-geográfica-social-económica y política puede producir la impresión que la ética, es una ética domesticada. Las éticas de esta época, poseen como patrimonio común a los factores materiales y a los ideales. Y esta característica común, es solo una de otras, puesto que resulta asombroso hasta que punto las éticas actuales han ido adquiriendo un cierto aire de familiaridad, una cierta semejanza en la diferencia. Las distintas tendencias han adoptado actitudes similares en puntos cruciales.
El utilitarismo: es la mas antigua de las doctrinas citadas, puesto que tiene su nacimiento en la Grecia de Epicuro, época de crisis sociopolítica (finales del siglo IV a.C.), en donde no es extraño que la pregunta moral se identificara con la pregunta por la felicidad individual: ¿Qué debe hacer un hombre para ser feliz?. La respuesta indica que lo que de hecho lo mueve a cualquier a actuar es el deseo de placer y la huida del dolor, la felicidad se identifica con el placer, la bondad de una acción se mide por la cantidad de placer que puede proporcionar. El utilitarismo, reelaborado por multitud de autores desde el siglo XVIII, permanece vigente en los días actuales.
El utilitarismo no considera que lo moral este relacionado con poseer cualidades excelentes, no identifica el ámbito moral con la realización del “ideal del hombre” y esta es una característica de las éticas dominantes actuales.
Las éticas de hoy, de igual modo que el utilitarismo de todos los tiempos, se limitan a fundamentos el hecho de que los hombres, e incluso todos los seres vivos, nacen con deseos o aspiraciones, preferencias e intereses o necesidades.
La “naturalización” surge al comprobar que el hombre no es un ser dotado de características casi sobrenaturales frente al resto de los vivientes, sino que es un ser natural entre otros, precedente al igual que ellos de un mecanismo de la evolución, si en definitiva cada hombre surge por evolución, no posee razones absolutas para legitimar sus peticiones, por ello maximizar la satisfacción constituye la tarea moral.
Corriente marxista-leninista:
Ve la luz en el siglo XIX con la aparición del materialismo histórico y particularmente, del socialismo científico, recién a mediados del S.XX se configura como tal concepción ética.
Aun cuando no existe acuerdo entre los marxistas-leninistas en relación con el problema del origen de la moral, la versión mas aceptada es la que se refiere a que los meros estadios de la sociedad viven en una moral gregaria, en donde la libertad es ínfima, porque el hombre, obligado a depender casi totalmente de la naturaleza, se encuentra casi totalmente determinado por ella. El desarrollo de las fuerzas productivas y el nacimiento de la división de trabajo abren el valor y significado del hombre como individuo, ya no necesita del grupo para sobrevivir físicamente. Este cambio produce un cambio en la conciencia del hombre, esta nueva situación comporta una nueva necesidad social: conciliar la conducta del individuo con los nuevos intereses del todo social, una respuesta a esta necesidad social es la moral.
La ética del marxismo-leninismo coincide, con las restantes éticas dominantes del momento, es normativa, base de la satisfacción de los intereses sociales, identifica los intereses morales con los intereses objetivos y estos a su vez, con los intersubjetivos, pero también esta concepción ética se encuentra en dificultades.
Ética dialógica:
Sus raíces se encuentra en la traducción del dialogo socrático, coincide con las éticas anteriores, en ser una ética normativa, que posee fundamento para que haya moral y de que debe haberla. Desde su perspectiva moral se considera que las necesidades e intereses deben ser satisfechos, recuperando el valor del sujeto competente en una argumentación.
La ética dialógica, considera que son los sujetos humanos quienes tienen que configurar la objetividad moral. La objetividad de una decisión moral no consiste en la escisión objetivista por parte de un grupo de expertos, sino en la decisión intersubjetiva de cuantos se encuentran afectados por ella.
Ética de la liberación:
La ética de la liberación toma los logros de las demás éticas, -- el hombre y en general todo ser racional, existe como fin en si mismo, si el hombre no debe ser un ser humillado, esclavo, abandonado y despreciado, los hombres que ante una situación son afectados están legitimados moralmente para decidir.-- Y los transfigura en este momento actual con dos elementos claves: la experiencia y la concreción. Es la experiencia de los oprimidos en la concreta situación de América Latina la que exige que las virtudes morales se pongan al servicio de los pobres, es la realidad de la explotación sufrida en carne propia la que ilumina el proyecto hacia la utopía.
Cualquier dialogo grupal o nacional que no tenga en cuenta los intereses de los mundialmente afectados, es inmoral e inhumano por naturaleza.
Por una ética filosófica
El ámbito de la ética
Se entiende por ética, de acuerdo a Aristóteles, como un “saber de lo práctico”, el saber de lo práctico recae sobre cosas que pueden ser de otra manera. La ética tiene, pues, por objeto el deber referido a las acciones buenas que se expresan en los juicios denominados “morales”
El objetivo de la ética: la concepción de moralidad
La cuestión ética no es de modo inmediato “¿que se debe hacer?” Sino “¿Por qué se debe hacer?”
La ética trata de esclarecer si es acorde a la racionalidad humana atenerse a la obligación universal expresada en los juicios morales, si hay algún sentido y en ese caso cual, en el que un ser racional se halle obligado a “aceptar” principios morales o a reconocerlos y ponerlos en practica a través de sus juicios y sus actos.
El objeto de la ética: la forma de la moralidad
Ya que la tarea de la ética consiste en esclarecer el fundamento por el que los juicios morales se presentan con pretensiones de necesidad y universalidad, su objeto se centra en la forma de la moralidad
El objetivo de la ética es el de hallar, si la hay, una razón suficiente de la forma moral.
La ética como parte de la filosofía
Ya que la tarea de la ética consiste en esclarecer las razones de la moralidad, es decir sus fines, es importante su inserción en la filosofía.
Filosofía como “ciencia de la relación que tiene todo conocimiento con los fines esenciales de la razón humana”, la filosofía se presenta como la disciplina que intenta esclarecer cuales son los fines auténticamente racionales para el obrar humanos y la ética trata de determinar la verdad del deber ser, por medio de conceptos.
La filosofía como sistema
Si la filosofía se propone el descubrimiento de la verdad, la pregunta por el origen y el sentido de las expresiones no es la pregunta filosófica. Es necesario un método sistemático que contenga las condiciones de coherencia en que pueda ser encuadrado racionalmente cualquier conocimiento. Sistema, significa que lo particular se entiende mediante su relación con el todo, la determinación de la verdad solo es posible en un sistema de relaciones, como también las condiciones para la argumentación y la preferencia racional entre sistemas.
Los métodos de la ética
Métodos inadecuados
La ética no puede alcanzar la verdad de la forma moral sino como parte del sistema filosófico, utilizando métodos filosóficos para lograr su objetivo.
1. Método descriptivo-explicativo aplicado a la moralidad, es propio de las ciencias sociales, su objeto material pueden ser los contenidos morales, pero no poseen instrumentos para justificar la forma de la moralidad.
2. El método utilizado por la historia de la moral en su tarea de conocer el origen histórico de los conceptos morales para explicar y comprender el sentido que les corresponde, no puede justificar racionalmente su verdad, su coherencia con el todo.
3. Tampoco tiene la ética por misión recomendar contenido moral alguno, su lenguaje no es prescriptivo, sino canónico o normativo.
4. Otro método es el análisis del lenguaje, que adolece de grandes insuficiencias, y no ha cumplido con sus objetivos. Los tres métodos de la filosofía analítica, mantener la neutralidad de la meta ética, aplicar consecuentemente el análisis del lenguaje cotidiano y caracterizar claramente lo específicamente moral son inseparables pero la mera descripción de las proposiciones no puede caracterizar lo normativo satisfactoriamente. El análisis no puede justificar la verdad de los juicios morales.
Métodos adecuados
Puesto que el objetivo ético es el de ofrecer la razón suficiente de un “faktum[1]”, el “faktum” de la existencia de juicios con forma moral, se consideran como métodos adecuados los métodos trascendentales. El punto de partida será siempre el hecho, las condiciones indispensables para prestar al hecho coherencia racional.
El método trascendental, desde su descubrimiento por Kant, ha revestido diversas formas:
- La ética dialógica: iniciada por el socialismo lógico de Pierce y continuada por Haberlas, entre otros. Tiene como punto de partida el faktumrationis de la argumentación.
Incluye los siguientes supuestos:
• Que quienes argumentan hacen una opción por la verdad, lo cual significa que la argumentación es imposible sin una opción moral.
• Que esta opción moral solo resulta coherente si quienes optan por la verdad postulan la existencia de una comunidad ideal de argumentación, en lo que la comprensión entre los interlocutores sea total.
• Que es importante promocionar la realización de la comunidad ideal de argumentación en la comunidad real.
De ahí el principio moral de la transubjetividad, que dice “que todos las necesidades de los hombres, como pretensiones virtuales, serán peticiones que se armonicen con las necesidades de los restantes por medio de la argumentación.
- la lógica trascendental: es, tanto que lógica, el intento de ofrecer los conceptos básicos, precisos para concebir el faktum de la libertad.
Siendo el objeto de la ética la forma, la lógica trascendental expresa la razón suficiente de la forma moral mediante un juicio material: “el hombre, y en general todo ser racional, existe como un fin en si mismo”. Tal fin no es aquel al que todo tiende naturalmente, un fin al que naturalmente se tiende que no es elegible, por lo tanto no es un fin moral.
- el hecho de la moralidad relacionado con el discurso moral.
Un lenguaje moral recorrerá las siguientes fases:
- Análisis del uso lógico de las expresiones y juicios a las que denomina morales
- Intento de esclarecer tales características mediante categorías de disciplinas no éticas.
- Determinación de categorías éticas (bien, fin, felicidad, libertad, deber, persona) necesarias para concebir las características del lenguaje moral
- La fase última es la más delicada, pues trata de establecer el fundamento de la moralidad.
Ventajas del método sistemático
El método propuesto pretende ofrecer solución para dos de los grandes problemas de la ética:
Ofrecer el marco para una argumentación universal práctica, y el criterio para la preferencia racional entre códigos morales.
La argumentación universal entre sistemas morales no se logra si cada uno permanece inconexo y no busca el marco más amplio de un sistema universal, ya que cualquier juicio moral viene implícitamente o explícitamente sustentado por un sistema.